Morelia, Michoacán
En la congeladora, se encuentran las iniciaitivas para endurecer las penas por maltrato animal, como muchas otras que se encuentran en el abandono en la comisión de Justicia del Congreso del Estado.
La diputada local Sandra Arreola, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), señaló que presentó una propuesta de reforma para que se endurezcan las penas y también para que se incremente la pena si el que maltrata a un animal es un servidor público, como en el caso del policía auxiliar que presuntamente golpeó con una pala a un perrito con discapacidad.
“He estado en pleno presionando a la comisión de Justicia para que saque estas iniciativas”, compartió la diputada en entrevista, a lo que se le respondió que ya existe un dictamen, que se someterá a votación en el próximo período legislativo.
Agregó que también presentó una iniciativa para que se enseñe en la educación básica la importancia de respetar y valorar a los animales.
“Tenemos que revalorar o cambiar nuestra cultura y nuesta forma de ver a los animales. No son cosas como para que no podamos estar afectándolos y lastimándolos sin ninguna consecuencia”, expresó.
Sandra Arreola reconoció que no es un problema únicamente de leyes, puesto que también es necesario que se denuncie y que se apliquen las penas, lo que permitiría inhibir la comisión de actos de crueldad y maltrato contra las mascotas.
Igualmente, es necesario fortalecer a la Fiscalía Especializada en Maltrato Animal, señaló, puesto que actualmente sólo cuentan con cinco o seis personas, de manera que no se pueden atender asuntos al interior del estado y los recursos no son suficientes.
La diputada aseguró que estará al pendiente del presupuesto que se destinará a esta fiscalía el próximo año y que tiene confianza en la sensibilidad del nuevo fiscal general del estado, Carlos Torres Piña, para atender estos temas, pues “lamentablemente cada vez hay más casos”.
Hace unos días se difundió el video de un perro Husky siendo arrastrado, aparentemente sin vida, por una camioneta roja. Una vez que los elementos de seguridad localizaron a la dueña del vehículo, ésta argumentó que había encontrado al animal muerto a media carretera y había decidido remolcarlo para que los carros no le pasaran por encima; sin embargo, se abrió una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades.