Edna Martínez advirtió que el teleférico prevé 41 torres en Morelia y cuestionó la obra por la deuda municipal de mil 300 mdp y la falta de beneficios reales en movilidad.
La regidora del PRI en el ayuntamiento de Morelia, Edna Martínez Nambo, advirtió que el proyecto del teleférico no responde a la movilidad real de la ciudad y representa un alto costo para un municipio que enfrenta una deuda de mil 300 millones de pesos.
En entrevista, la también secretaria Técnica del , mencionó que la Secretaría de Desarrollo Urbano presentó al cabildo la solicitud de autorización para instalar 41 torres como parte de la obra.
Sin embargo, recalcó que el trazo propuesto, que inicia en el estadio Morelos, atraviesa Eduardo Ruiz, el obelisco Lázaro Cárdenas, el zoológico y culmina en Santa María, no corresponde al flujo cotidiano de personas.
Según la regidora, la mayoría de los traslados hacia el centro provienen de colonias populares como Villas del Pedregal o de la zona conurbada de Tarímbaro, sectores que quedarían fuera de la ruta planteada.
Subrayó que los recursos destinados al teleférico podrían ser más útiles para reforzar el transporte público, principal medio de traslado de los morelianos.
Martínez advirtió que, más que un proyecto de movilidad, el teleférico podría convertirse en una bandera política del gobierno estatal en coordinación con la administración municipal.
Como ejemplo, destacó la presencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y de la secretaria de Desarrollo Urbano, Gladyz Butanda, en el informe del alcalde Alfonso Martínez Alcázar, lo que a su decir refleja la alineación de ambos niveles de gobierno en torno a la obra.
Asimismo, cuestionó que se intente justificar el teleférico como atractivo turístico, ya que el recorrido no incluye zonas con ese perfil.
Recordó que sistemas similares operan en países como Ecuador o Perú, pero no en ciudades reconocidas internacionalmente por su planeación urbana.
La regidora priista insistió en que el cabildo debe abrir el debate a especialistas en urbanismo, movilidad e ingeniería, así como a la ciudadanía, para garantizar que las decisiones sobre infraestructura respondan a las necesidades reales de Morelia y no a intereses políticos.