Morelia, Mich.- 12 de mayo de 2025.- Cuando Alfredo Ramírez Bedolla asumió la gubernatura de Michoacán en 2021, uno de los mayores desafíos era revertir la ola de inseguridad que colocaba al estado entre los cinco más violentos del país. Hoy, Michoacán se encuentra en la media nacional y ha salido del “top ten” de entidades con mayor índice delictivo. ¿Qué cambió? El Fortapaz.
“El Fortapaz ha tenido una injerencia directa en la baja del índice delictivo. Pasamos del lugar 3 o 4 al 15, y eso no es poca cosa”, asegura el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, César Erwin Sánchez Coria.
Este programa, único en el país, surgió para cubrir un vacío crítico: no existía ningún fondo que apoyara directamente a las Policías Municipales. Desde entonces, ha sido un pilar en la recuperación del control territorial, profesionalización de cuerpos de seguridad y prevención del delito desde las causas.
El Fortapaz invierte una tercera parte del impuesto sobre la nómina del estado para fortalecer Policías Municipales, capacitar elementos, construir infraestructura y profesionalizar a los primeros respondientes. Pero su impacto ha ido más allá: ha reconstruido la confianza en las instituciones locales al responder con hechos y resultados tangibles.
“La estrategia Fortapaz ha demostrado que con voluntad política, inversión adecuada, enfoque preventivo y coordinación interinstitucional es posible que los índices criminales se reduzcan considerablemente, y se abone a la paz y a la reconstrucción del tejido social”, subrayó Sánchez Coria.