El nombre de Jesús Carreón comienza a resonar como símbolo de esperanza y resiliencia. Originario de Tijuana, Baja California, el joven mexicano logró graduarse como abogado en la Universidad de Harvard, tras un camino marcado por la precariedad y los obstáculos migratorios.
Carreón migró con su familia a Estados Unidos cuando tenía apenas siete años. En California enfrentó la dura realidad de la pobreza: noches en la calle, en casas de conocidos e incluso dentro de un auto sirvieron como telón de fondo a su niñez.
Lejos de rendirse, el tijuanense trabajó desde pequeño en diversos oficios: vendió dulces, ayudó en restaurantes, tortillerías y peluquerías. Aquellas experiencias lo fortalecieron y le enseñaron disciplina, mientras alimentaba un sueño que parecía inalcanzable: estudiar en Harvard.
Inspirado por un comercial de televisión en el que se mencionaba a la universidad, Jesús convirtió esa idea en su motor. Su persistencia lo llevó a destacar académicamente, pese a los rechazos y limitaciones legales que enfrentó como migrante.
El programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) se convirtió en una herramienta crucial para que pudiera continuar con sus estudios y aspirar a mejores oportunidades.
La beca completa que recibió de Harvard le abrió las puertas a la Facultad de Derecho, donde culminó sus estudios con honores. Hoy, su logro es celebrado no solo en Tijuana, sino en toda la comunidad latina en Estados Unidos.
Más allá de su título, Jesús se ha convertido en un referente para jóvenes inmigrantes que buscan abrirse camino en un país donde los retos suelen multiplicarse. “Mi historia demuestra que no importa de dónde vengas, sino hacia dónde te diriges”, compartió en una reciente entrevista.
Su victoria personal se enmarca en un contexto en el que miles de estudiantes indocumentados luchan por no ver truncados sus sueños debido a las políticas migratorias.
Jesús Carreón, con apenas 20 y tantos años, representa hoy el poder de la perseverancia, la fe en uno mismo y el valor de no abandonar un sueño, por más lejano que parezca.
Fuente: Milenio