Para Verónica Huante, justicia sin asomo; este lunes se canceló la audiencia intermedia en contra del imputado Alejandro N. debido a la ausencia de su abogado, en una estrategia que busca echar abajo la prisión preventiva a la que está sujeto
Morelia, Michoacán.- La justicia permanece sin asomo para Verónica Huante Parra, víctima de violación y abuso cuando era una niña. Una vez más, este lunes, la certeza de la revictimización de los procesos judiciales la sintió en la piel al postergarse una vez más, la audiencia intermedia que ha esperado por meses.
Desde que el tres de octubre de 2023 el juez Fernando Sánchez Martínez, ordenó la vinculación a proceso del experiodista Alejandro N. y dio tres meses para la ampliación de las investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado, Verónica esperó el tres de enero de 2024 para la audiencia intermedia, y con ello poder dar cauce al juicio oral contra su agresor.
Han transcurrido 23 meses y dicha audiencia no logra cristalizarse, los múltiples recursos promovidos por el presunto responsable han prolongado los tiempos, ninguno ha procedido, aunque cada uno de ellos representa un duro golpe en el ánimo de Verónica y su familia. La incertidumbre lacera y se vuelve en herida que lejos de cicatrizar, se profundiza.
Este lunes no es la excepción, al mediodía estaban citadas las partes para la realización de la audiencia intermedia presidida por la jueza de control Blanca Luisa Medina Oroz, pero la defensa no se presentó, el argumento fue un tema de salud, “estudios para una gripe” según señaló Alejandro N. cuando la jueza lo cuestionó al respecto.
Dos días antes, el sábado 13, a petición de la defensa, se había citado a una audiencia para la revisión de medidas cautelares, esto a fin de atender la solicitud de Alejandro N., que busca llevar el proceso en libertad.
Ese día el defensor del imputado tampoco hizo acto de presencia. Ahí Verónica Huante se quebró, las lágrimas le brotaron en la Sala de Oralidad número cinco al sentir la impotencia de un proceso que inexorablemente se prolonga. Este lunes es su madre, Verónica Parra la que se quiebra, evitando llorar en la Sala sale de ella rápidamente al percatarse que, una vez más, la audiencia no habrá de realizarse.
Alejandro N. viste una camiseta blanca mal aliñada, con un pantalón beige, con el pelo largo y canoso amarrado en una coleta, se encuentra con dos elementos de seguridad que lo custodian, está solo, su familia hace tiempo que dejó de acompañarlo a las audiencias. La altitud altiva que mostraba en las primeras audiencias de este proceso, la misma que se le veía cuando ejercía como reportero, se ha difuminado.
El secretario de la sala informa a la jueza de la ausencia del defensor de Alejandro N., no hay registro de su arribo al complejo de salas de oralidad que se encuentran a un costado del Penal “David Francio Rodríguez”, en Mil Cumbres de Morelia. El abogado tampoco responde a su teléfono celular que manda a buzón.
Cuestionado por la jueza, Alejandro N. informa que ayer domingo tuvo comunicación con su abogado quien le dijo que estaba grave, que se iba a hacer unos análisis para una gripe.
Al no existir condiciones para realizar la audiencia por la ausencia de la defensa, la jueza ordena su cancelación y da un plazo de 24 horas al abogado para que justifique su inasistencia, o de lo contrario será objeto de una multa por 20 UMAS. Para el 12 de enero de 2026 a las nueve de la mañana, se reagenda la audiencia.
Poco después en entrevista, Verónica Huante evidencia su enojo e impotencia. En esos momentos desconoce un nuevo movimiento legal de su agresor.
Horas después se le notificó sobre un recurso de apelación promovido por Alejandro N., porque la jueza no emitió nueva fecha de audiencia de manera oficiosa para revisar su solicitud de llevar en libertad el proceso, ello luego de que su defensor no se presentara el pasado 13 de diciembre.
El argumento del imputado es que la prisión preventiva de la que es sujeto como medida cautelar se ha prolongado por más de dos años sin que se le haya dictado sentencia, rebasando el término previsto en el Código Nacional de Procedimientos Penales. El argumento omite aludir a que los tiempos se han prolongado debido a los recursos legales que ha venido promoviendo para ello.
Este lunes tras la audiencia fallida, a Salvador Ceja Barrera, asesor jurídico de Verónica Huante, se le cuestionó ya sobre la posibilidad que Alejandro N. promoviera algún tipo de recurso sobre la solicitud que formuló para llevar el proceso en libertad.
De acuerdo con el abogado no existe riesgo que a Alejando N. obtenga una respuesta positiva, ya que la prolongación de los tiempos ha obedecido a él y su defensa, no a la Fiscalía General del Estado o a la asesoría jurídica de la víctima.
Recordó que el imputado “por lo menos dos ocasiones solicitó prórroga del plazo de investigación complementaria, presentó una apelación y presentó tres amparos incluido el de la orden de aprehensión que no le prosperó y posteriormente presentó un recurso de revisión.
“Y como ven ustedes, por ejemplo, el día de hoy no se presentó, todo eso corre a costo jurídico de la defensa porque son los que están haciendo uso del tiempo para que no haya sentencia. Nosotros no nos hemos pronunciado en ningún momento por dilatar el procedimiento, ni como asesor jurídico ni la fiscalía, hemos estado en todas las audiencias y en todos los tiempos jurídicamente posibles, pero las solicitudes de prolongar el procedimiento han sido de la defensa y en ese caso serían los argumentos que se le advertirían a la jueza de control, o al juez de control, en dado caso que volviera a solicitar esa audiencia de revisión de medidas cautelares.”
Cabe recordar que Alejandro N. enfrente un proceso por el delito de violación en cuatro hechos distintos, así como de abusos deshonestos por un hecho, todos ellos cometidos contra Verónica cuando ella tenía entre nueve y 12 años de edad.
“Estoy molesta, ya llevo más de dos años en este proceso y no se ve una salida, al contrario, se ven más beneficios al imputado que a la misma víctima”, señala en entrevista Verónica con la voz entrecortada por el llanto contenido. “Es la segunda audiencia en donde el abogado defensor del imputado no se presenta, eso quiere darnos a entender que ya ni siquiera tiene un abogado defensor y se sacó ahorita de la manga el hecho de que está enfermo, que está grave.”
Ella se duele de no ver una salida clara en este proceso:
“Se le ven más beneficios a él que a mí misma, entonces, pues ya no sé qué más hacer. Tengo que esperar al menos otro mes. Ya tengo más de dos años con este proceso, ya no sé qué hacer.”
Asegura sentirse revictimizada: “Es tiempo, es esfuerzo, es el estar viéndolo a cada rato, en cada audiencia, entonces no veo una salida”, y considera que el imputado ha venido jugando con los tiempos buscando que la prisión preventiva quede sin efectos.
“Es bien complicado, es muy complejo, porque uno como víctima hay veces que quieres desistir del caso porque no ves una salida, me siento acorralada, pero digo, ya hice lo más difícil y no me voy a echar para atrás, hasta que se haya condenado, hasta que haya una sentencia”, apunta.
