Marimar Vega comparte su decisión de no ser madre, destacando la importancia de elegir libremente sobre la maternidad.
Marimar Vega ha revelado uno de los aspectos más personales y significativos de su vida: la decisión consciente de no incursionar en la maternidad.
La actriz, junto a su pareja Jerónimo, ha decidido no tener hijos. “Sí, decidimos que ya no queremos ser papás, por lo menos en esta vida, a esta edad, en este momento de nuestras vidas”, afirmó.
En una entrevista para , Vega reconoció que esta decisión no fue fácil, especialmente debido a las expectativas sociales sobre la maternidad.
“Sí, una decisión difícil porque es muy importante. Sobre todo, porque toda la vida estás oyendo que es lo mejor del mundo, entonces tienes que decidir que te vas a perder lo mejor del mundo. Pero creo que tiene que ser una decisión muy personal”, aseguró.
Antes de tomar esta decisión, Vega había considerado la posibilidad de tener hijos en el futuro y decidió congelar sus óvulos a los 35 años, tras su divorcio.
“Yo congelé óvulos, congelé óvulos a mis 35 años cuando me divorcié. Sí, yo soy muy precavida. Pero ya pensé todo y ahora no voy a ser mamá porque no me quiero arrepentir”, relató.
A pesar de todo, la actriz se siente en paz con su elección: “Hoy está tomado, espero no arrepentirme. Y si me arrepiento, pues será muy tarde y tendré que vivir el duelo, pero no creo que pase”.
Cuando se le preguntó sobre la adopción, Vega fue clara al decir que su decisión no se basaba en la gestación, sino en el deseo de no ser madre.
“No, porque la decisión… No. Hay muchas opciones. Por eso cuando lo dije, luego hay gente que ponía abajo: ‘¿Por qué no dices que no pudiste?’. Si no hubiera podido también lo hubiera dicho. Pero hay muchísimas opciones; cuando uno decide ya no experimentar todas esas opciones es porque lo que no quieres hacer es ser mamá”, aclaró.
Con sus declaraciones, la actriz de 41 años invita a una reflexión sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre la maternidad, enfatizando la importancia de hacerlo desde la honestidad y no por presión social.