Esta vitamina es crucial para la formación y reparación del ADN, la división celular y la producción de glóbulos rojos, lo que la convierte en un componente vital para el crecimiento y desarrollo saludable
Redacción / La Voz de Michoacán
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es esencial para diversas funciones corporales, incluyendo la síntesis de ADN, la producción de glóbulos rojos y el desarrollo del sistema nervioso. Su importancia es particularmente destacada en mujeres embarazadas, ya que una ingesta adecuada puede prevenir defectos del tubo neural en el feto.
El ácido fólico es la forma sintética del folato, una vitamina hidrosoluble del complejo B. Mientras que el folato se encuentra de manera natural en alimentos como verduras de hoja verde, legumbres y frutas cítricas, el ácido fólico se utiliza en suplementos y alimentos fortificados para asegurar una ingesta adecuada.
Esta vitamina es crucial para la formación y reparación del ADN, la división celular y la producción de glóbulos rojos, lo que la convierte en un componente vital para el crecimiento y desarrollo saludable.
La suplementación con ácido fólico es recomendada en diversas situaciones:
Embarazo y planificación familiar: Las mujeres que planean quedar embarazadas o que ya lo están deben tomar ácido fólico para prevenir defectos del tubo neural en el feto. Se aconseja iniciar la suplementación al menos un mes antes de la concepción y continuar durante el primer trimestre del embarazo.
Anemia megaloblástica: Esta condición, caracterizada por la producción de glóbulos rojos anormalmente grandes, puede ser consecuencia de una deficiencia de ácido fólico. En estos casos, el médico puede prescribir suplementos para corregir la deficiencia.
Enfermedades gastrointestinales: Trastornos que afectan la absorción de nutrientes, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden llevar a una deficiencia de ácido fólico, requiriendo suplementación bajo supervisión médica.
Consumo excesivo de alcohol: El alcohol interfiere con la absorción y el metabolismo del folato, por lo que individuos con consumo crónico pueden necesitar suplementos para evitar deficiencias.
La necesidad de suplementación depende de factores individuales:
Dieta: Una alimentación equilibrada y rica en folato puede cubrir las necesidades diarias de la mayoría de las personas. Alimentos como espinacas, brócoli, espárragos, lentejas y cereales fortificados son excelentes fuentes de folato.
Etapa de la vida: Como se mencionó, las mujeres en edad fértil y embarazadas tienen mayores requerimientos de ácido fólico. Además, en adultos mayores, una ingesta adecuada puede contribuir a la salud cardiovascular y cognitiva.
Condiciones médicas: Personas con ciertas enfermedades o que toman medicamentos que interfieren con la absorción del folato pueden requerir suplementos para mantener niveles óptimos.
Lo que debes saber del ácido fólico
Aunque el ácido fólico es esencial, su suplementación indiscriminada no es recomendable. Un exceso puede enmascarar deficiencias de vitamina B12 y potencialmente conducir a complicaciones neurológicas. Por ello, es fundamental que la suplementación sea indicada y supervisada por un profesional de la salud.
El ácido fólico desempeña un papel vital en la salud humana, especialmente en etapas como el embarazo y en condiciones específicas que afectan su absorción o metabolismo.
Si bien una dieta equilibrada puede proporcionar cantidades adecuadas de folato, en ciertos casos es necesaria la suplementación bajo indicación médica para asegurar el bienestar general y prevenir complicaciones asociadas con su deficiencia.
¿Qué pasa si no consumes suficiente ácido fólico?
La deficiencia de ácido fólico puede generar problemas de salud graves. En adultos, una falta prolongada puede conducir a anemia megaloblástica, una condición que reduce la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno de manera eficiente.
En mujeres embarazadas, la carencia de esta vitamina está directamente relacionada con defectos del tubo neural en los recién nacidos, como la espina bífida y la anencefalia. Además, la deficiencia de ácido fólico puede afectar el sistema inmunológico, haciéndote más vulnerable a infecciones.
El ácido fólico en alimentos fortificados
En muchos países, los alimentos como cereales, panes y pastas están fortificados con ácido fólico para garantizar una ingesta adecuada en la población general. Este enfoque ha demostrado ser eficaz para reducir los casos de defectos del tubo neural.
Es siempre es recomendable combinar los alimentos fortificados con fuentes naturales de folato para una dieta balanceada.