En medicina, todo tiempo pasado fue peor.

Morelia, Michoacán, 11 de diciembre de 2024.- El psicoanálisis, método supuestamente terapéutico, fue imaginado y desarrollado por Sigmund Freud a finales del siglo XIX; es en pocas palabras una teoría psicológica y una práctica terapéutica que intenta explorar el inconsciente humano para comprender y tratar problemas tanto problemas psiquiátricos como psicológicos. Considerado por algunos como algo “revolucionario” en su tiempo, desde hace decenios ha caído en el descrédito siendo duramente cuestionado tanto por su metodología como por su falta de rigor científico.

El psicoanálisis surgió de la fecunda imaginación de Freud, como un intento de explicar el comportamiento humano mediante la exploración de deseos reprimidos, traumas infantiles y conflictos inconscientes. A su promotor, Sigmund Freud, sencillamente se le ocurrió, sin que se preocupara por probarlo, que la mente estaba dividida en tres partes: el ello (instintos), el yo (realidad) y el superyó (moralidad). Su enfoque terapéutico incluía métodos como la asociación libre, el análisis de sueños y la interpretación de lapsus lingüísticos, buscando revelar estos conflictos en algunos de los rincones de la mente.

La metodología de Freud, sin embargo, era meramente anecdótica y carecía en lo absoluto de controles científicos. Basó sus teorías en un reducido grupo de pacientes, interpretando subjetivamente sus relaciones sin preocuparse por establecer criterios verificables. Sencillamente lo escribió y ya. ¿Estudios descriptivos, analíticos o experimentales ? No ,nada de eso. ¿casos y controles, cohortes, asignación aleatoria etc? Menos.

El psicoanálisis, actualmente considerado como una pseudociencia, fue en algún momento popular dentro del área médica, pero conforme avanzó la medicina y se establece la vigencia de la medicina científica basada en evidencias, el psicoanálisis ha caído totalmente en el descrédito y en la actualidad ha desaparecido en el campo de la medicina científica.

Hans Eysenck fue uno de los críticos más destacados del psicoanálisis, al que consideró un fraude debido a su falta de rigor científico y su baja efectividad terapéutica. Eysenck demostró que las tasas de “curación” del psicoanálisis no superaban las de la remisión espontánea, sugiriendo que los supuestos beneficios eran atribuibles al azar o al efecto placebo. También criticó cómo el psicoanálisis había influido negativamente en la práctica clínica, al perpetuar tratamientos largos, costosos e ineficientes que no ofrecían mejores resultados que terapias más modernas y basadas en evidencia.

Pero el tiempo pone las cosas en su lugar. El declive del psicoanálisis en medicina puede atribuirse a diversos factores:

1. Baja efectividad terapéutica. Diversos estudios han demostrado que el psicoanálisis tiene tasas de éxito similares a la remisión espontánea de los pacientes. En meta análisis modernos se ha encontrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) y otros enfoques basados en evidencia son mucho más efectivos.
2. Elevados costos y duración. El psicoanálisis tradicional requiere sesiones múltiples durante años, lo que lo hace costoso y poco práctico en comparación con terapias más breves y estructuradas como la TCC o la terapia farmacológica.
3. Falta de apoyo científico. Esta la más importante. El psicoanálisis ha demostrado su incapacidad absoluta para ser probado científicamente. Muchas de las ideas centrales del psicoanálisis, como el complejo de Edipo o la teoría de los sueños, jamás han podido ser confirmadas por investigaciones científicas rigurosas.

Evidentemente a muchos de los devotos practicantes del psicoanálisis, poco o nada les preocupa su exclusión del mundo científico, ellos están más convencidos que un terraplanista de que tienen la razón y los demás están equivocados. Tampoco les quita el sueño la costumbre que tienen de atribuir de manera indiscriminada un origen psicológico a cualquier síntoma de origen orgánico, error que puede tener consecuencias fatales. Confundir los datos de un tumor cerebral con un problema «psicológico» es ya no catastrófico sino verdaderamente criminal.

En resumen, podemos quedarnos con la afirmación de Mario Bunge, «El psicoanálisis es la pseudociencia más interesante y exitosa del siglo. No hace falta decir que es ignorada en los institutos de investigación de la mente o la conducta, puesto que se trata de un cuerpo de creencias y no de un campo de investigación». Ha llegado la hora de tratarlo como una curiosidad histórica, y de construir una psicología verdaderamente científica.

Es cuanto.

Alejandro Vázquez Cárdenas