Esta población anteriormente se llamaba Taríayaran o Tariaran,sobre la cual se fundó, alrededor de 1325 de nuestra era, el nuevo asentamiento nombrado como Tzintzuntzan

Edgar Ivan Landeros, Colaborador de La Voz de Michoacán

Michoacán.- La antigua población de Tzintzuntzan cuenta con una larga historia de ocupación humana, incluso anterior a la llegada de los señores uacúsechas, linaje gobernante de lo que posteriormente sería conocido como el señorío tarasco, actualmente purépecha.

Sabemos por diferentes fuentes históricas, como la Relación de Michoacán, que esta población anteriormente se llamaba Taríayaran o Tariaran,sobre la cual se fundó, alrededor de 1325 de nuestra era, el nuevo asentamiento nombrado como Tzintzuntzan, el cual se fue modificando conforme fue progresando la población, hasta convertirse en lo que fue la última capital tarasca y una de las ciudades más importantes a la llegada de los españoles, rivalizando y posicionándose al mismo nivel que la capital mexica, la ciudad de Tenochtitlan.

Los monumentos arqueológicos más conocidos de Tzintzuntzan son las llamadas Yácatas, construcciones denominadas de planta mixta, es decir, que mezclan dos formas diferentes en su construcción, un edificio de base rectangular en su parte frontal y unido a este, otra construcción de forma semicircular en la parte posterior, edificados como las bases para los templos, donde se rendía tributo a sus deidades principales, como al dios solar Curicáueri.

Sin embargo, no son los únicos monumentos que se construyeron en esta antigua ciudad en sus cerca de 200 años de historia bajo el dominio de los obernantes uacúsechas. Todo lo que podemos apreciar hoy en día dentro de la zona arqueológica es solamente la última etapa de construcción de este antiguo centro ceremonial, siendo probable que se haya ordenado su construcción, después de que Tzintzuntzan es nombrada como capital del señorío, aproximadamente en el año de 1450.

Existe la evidencia arqueológica de que bajo las actuales yácatas se encuentran sepultados otros edificios pertenecientes a otro periodo de tiempo, puesto que comúnmente, las ciudades prehispánicas se iban modificando y ampliando conforme crecía su poder.

Entre los años de 1977 y 1978 se llevó a cabo la décima temporada de investigaciones en la zona arqueológica de Tzintzuntzan, en la cual el arqueólogo Rubén Cabrera reporta un muro escalonado y sobre el nivel superior de este muro, los restos de construcciones de tipo circular que fueron cubiertas cuando se construye la gran plataforma, a los que se llamó la subestructura de la Yácata 3 y de la Gran Plataforma.

Dicha subestructura se encuentra a una profundidad de 1.7 metros respecto del nivel de piso actual, sobre el cual vemos ahora las Yácatas. Rubén Cabrera reporta en su informe que esta construcción tiene una altura de 3.95 metros, con una orientación similar al muro de la Gran Plataforma, aunque no completamente paralela, al estar ligeramente desviada hacia el noreste; sin embargo, por los alcances de la excavación realizada (se liberaron 18.5 m de largo), no se ha podido determinar su extensión máxima.

De acuerdo a los datos recabados, sabemos que ambos muros (Subestructura y Gran Plataforma) arrancan de otra nivelación artificial realizada aparentemente sobre la pendiente del cerro, ya que el citado arqueólogo reporta que la subestructura desplanta sobre las rocas que afloran en el terreno.

Durante muchos años se conservó abierta esta excavación que daba cuenta de los hallazgos hechos por el arqueólogo en cita; sin embrago en el año 2011 se decidió cerrarla, cubriendo un elemento importante para la comprensión del desarrollo del centro ceremonial a través del tiempo.

Al día de hoy estamos cerca de cumplir 100 años de exploraciones arqueológicas en Tzintzuntzan, sin embargo, aún es poco lo que sabemos sobre esta gran ciudad, ya que todavía quedan muchos secretos ocultos por descubrir.