La reciente extensión del TPS por el gobierno de Biden ofrece alivio a inmigrantes de varios países
El 10 de enero de 2024, la administración de Joe Biden anunció la ampliación del para ciudadanos inmigrantes de Venezuela, El Salvador, Sudán y Ucrania.
Esta decisión, tomada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), prolonga por 18 meses el permiso de estancia temporal para los actuales beneficiarios, permitiéndoles residir legalmente en Estados Unidos, evitar la deportación y mantener su derecho laboral durante este período.
El TPS está orientado a ofrecer protección a personas de naciones que sufren emergencias como conflictos bélicos o catástrofes naturales.
Los beneficiarios
Los beneficiarios, que enfrentarían severas adversidades al regresar a sus países de origen, incluyen a 232.000 salvadoreños, 600.000 venezolanos, 1.900 sudaneses y 104.000 ucranianos ya presentes en EE.UU. bajo este estatus.
La medida se aplica solo a quienes ya poseen el TPS y cumplen con los criterios exigidos.
El contexto político subraya la importancia de esta extensión, especialmente con el inminente regreso de Donald Trump, quien previamente intentó cancelar el TPS para varios países.
Durante su campaña, el vicepresidente electo JD Vance afirmó que intentarán finalizar lo que él llamó ‘concesión del estatus de protección’, desafiando la legalidad del TPS.
Demócratas presionaron para renovar el TPS
Grupos proinmigrantes y legisladores demócratas presionaron a Biden para renovar el TPS antes del cambio de gobierno, dada la creciente ansiedad entre los beneficiarios por la expiración de sus protecciones en la primavera de 2025.
Aunque la medida ofrece un respiro, la incertidumbre persiste sobre el futuro del programa.
Las autoridades han confirmado que el TPS permitirá a los beneficiarios seguir viviendo legalmente en EE.UU. hasta mediados de 2026, siempre que mantengan su estatus y cumplan con los requisitos del programa.
Políticas migratorias
La continuidad del TPS, sin embargo, dependerá de las políticas del próximo gobierno.
Las políticas migratorias fueron un punto crítico en la primera administración de Trump, cuyas promesas de deportaciones masivas generaron una gran inquietud entre la comunidad inmigrante.
Un residente de El Paso, Texas, explicó que la comunidad tiene confianza en el próximo gobierno de Trump, destacando que entre 2023 y 2024, la situación migratoria se intensificó considerablemente.
