Morelia, Michoacán
“Si me toca y es recomendable, participaré” en diálogos y acercamientos con representantes de la criminalidad organizada, como parte de un proceso para alcanzar la paz y la reconciliación en la entidad, afirmó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Expuso que “todo el mundo se queja de la situación de violencia e inseguridad que azota al país, pero nadie hace nada o las cosas que hacen son desde su interpretación, no hay un esfuerzo formal y comprometido, como el modelo que yo he planteado”.
Ese modelo, es consistente en comités municipales para la paz y la reconciliación, donde converjan autoridades civiles y religiosas con líderes de la sociedad civil, sobre todo de aquellos sectores que tienen en sus manos la proveeduría de bienes y servicios para la población.
La operación de estos comités tendría como un componente importante la experiencia del episcopado colombiano, que ya ha tenido diálogo y transformación de realidad en algunas diócesis, a través del diálogo directo con grupos de la delincuencia organizada.
Garfias merlos afirmó que Colombia es muestra de que esta estrategia no solo es viable, sino que puede dar resultados favorables.
Reiteró que “mientras me toque y sea recomendable”, se sumará para participar y encabezar este diálogo con las células delictivas, orientado a buscar la paz y la reconciliación.
Detalló que en Michoacán están en proceso de conformación alrededor de 15 comités municipales para la paz y la reconciliación en sitios como Morelia, Pátzcuaro, Zacapu y Panindícuaro.
Siin embargo, aún es necesario extender estos trabajos, no nada más en las zonas álgidas por la inseguridad y la violencia, sino en todo el país, con la concurrencia de autoridades municipales, estatales y federales.
Expresó su disposición a, de ser preciso, participar de manera personal o virtual para organizar este esquema, que espera sea materializado a la brevedad.
Cuestionado sobre las posibles causas de la no implementación general de comités municipales para la paz y la reconciliación, Garfias Merlos indicó que existe una falta de cultura para el diálogo y la calidad, pero además hay una parte muy importante, que es necesario fortalecer, la capacitación para que quienes se incorporen a esos procesos cuenten con recursos como el diálogo y la negociación.
El arzobispo de Morelia lamentó la situación reciente registrada en Zitácuaro, que ha ocasionado el deceso de personas y propiciado incertidumbre para sus habitantes.
Luego de señalar que ha tenido un encuentro con el párroco de Zitácuaro, mencionó que se pretende llevar a cabo una reunión con párrocos que laboran en la zona, así como autoridades municipales, estatales y federales para buscar alternativas de resolución.