Morelia, Michoacán

Colaborar e impulsar la labor de la Iglesia Católica en un “momento difícil para todos” es el objetivo de la presencia de José Armando Álvarez Cano, como arzobispo coadjutor de Morelia.

Álvarez Cano señaló que actualmente la sociedad enfrenta un “momento difícil” y es necesario fortalecer y apoyar las acciones que desde la Arquidiócesis de Morelia se desarrollan.

En particular, ante la próxima renuncia de Carlos Garfias Merlos, como arzobispo de Morelia, que será presentada en 2026.

Esto, sin menoscabo de que Garfias Merlos pueda verse impedido para dar seguimiento a sus trabajos al frente de la grey católica en la zona de Morelia.

Y es que, en su calidad de arzobispo coadjutor de Morelia, José Armando Álvarez asumirá el cargo ante la ausencia de Carlos Garfias.

Por su parte, el cardenal Alberto Suárez Inda mencionó que es “una alegría ver la renovación de la Iglesia”.

Finalmente, Carlos Garfias reiteró que se prevé que en enero de 2026 renunciará a su cargo como arzobispo de Morelia.

Tras su nombramiento por el papa Francisco, en enero pasado, este lunes 17 de marzo se realizará la recepción formal de Álvarez Cano con una ceremonia protocolaria en la Catedral, prevista a las 11:00 horas.

Enseguida, se llevará a cabo una celebración eucarística, con la presencia de autoridades civiles y religiosas, además de representantes de instituciones educativas, organizaciones civiles y devotos católicos, alrededor de tres mil asistentes.

Construcción de la paz, en el olvido

Cuestionado sobre la situación de inseguridad y violencia que se observan en el estado y el país, Carlos Garfias mencionó que “no tengo que emitir un posicionamiento”.

Asimismo, aseguró que “no tengo que recriminar ni juzgar a las autoridades, yo estoy dedicado a hacer mis actividades desde la Arquidiócesis de Morelia”.

Lamentó que estas actividades, en lo referente a la construcción de la paz, se han mantenido “en el olvido”, sin difusión en los medios y las redes sociales.

Centros de escucha, una casa del artesano, capacitaciones, entre otros, se efectúan y operan desde la sede católica como parte del proceso de construcción de paz, “pero de eso no se informa”.