El municipio de Tarandacuao, en el sur de Guanajuato, vive horas de dolor y protesta tras un ataque ocurrido la noche del 12 de agosto que dejó a un niño sin vida y a su madre gravemente herida. El hecho, ocurrido en la comunidad de Buenavista, ha encendido un fuerte reclamo ciudadano contra la violencia intrafamiliar y la falta de respuesta oportuna para prevenir tragedias de este tipo.
De acuerdo con testimonios recabados, el agresor, habría irrumpido en la vivienda con un arma blanca y en aparente estado de ebriedad, la violencia se desató de manera súbita y brutal, frente a la mirada impotente de otros familiares.
El menor, de apenas nueve años, no sobrevivió a la herida que recibió, mientras que su madre permanece hospitalizada con lesiones severas en la cabeza. Vecinos y familiares relatan que fueron los primeros en auxiliar a las víctimas, antes de que la policía municipal y los servicios de emergencia pudieran intervenir.
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El presunto responsable se encuentra prófugo, lo que ha aumentado la indignación entre habitantes de la región, quienes se han movilizado en redes sociales para exigir su pronta detención y castigo ejemplar. Organizaciones de defensa de derechos de la infancia y de las mujeres han señalado que este caso refleja la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección a víctimas potenciales de violencia familiar.
“El dolor de esta familia es también el dolor de todo un pueblo que no quiere seguir contando muertos por la falta de prevención”, expresó una activista local.
Las autoridades estatales han confirmado que se realiza un operativo en la zona y que las investigaciones avanzan, aunque la comunidad mantiene la presión para que el caso no quede impune.
Fuente: Milenio