La Iglesia Católica en México hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas efectivas en garantizar la seguridad de los niños y niñas en el país, luego del asesinato de dos menores, Gael y Alexander Sarmiento, de 9 y 12 años, quienes fueron asesinados junto a su padre, Antonio, en Culiacán, Sinaloa, la semana pasada.

Los tres fueron víctimas de un ataque armado presuntamente perpetrado por miembros de una organización criminal mientras viajaban en su vehículo.

En su editorial dominical Desde la Fe, la Arquidiócesis de México expresó su condena ante este suceso, destacando el dolor y la indignación que genera la violencia que azota al país, especialmente cuando las víctimas son niños. «¡Con los niños no!», enfatizó la Iglesia, al tiempo que subrayó el “nivel de deshumanización” al que ha llegado la delincuencia organizada.

El editorial también cuestiona cómo la violencia, antes impactante, ha llegado a normalizarse y afectar incluso a los más vulnerables. “En un principio nos sorprendían los hechos, después, cuando se acumularon tantos, nos sorprendieron las cifras. Ahora vamos en camino a perder la sorpresa de que incluso son niños las víctimas de la inseguridad”, lamentó la Iglesia.

Además, recordó que los niños son “el presente y el futuro de la humanidad”, y merecen vivir en un entorno libre de violencia, donde puedan desarrollarse de manera plena.

“Los niños son el alegre porvenir que todos los actores sociales estamos obligados a cuidar y proteger como nuestro más valioso tesoro”, apuntó la Arquidiócesis.

La Iglesia también hizo un llamado a aquellos involucrados en actividades criminales, instándolos a reflexionar sobre el daño y sufrimiento que sus actos causan, especialmente a los niños, quienes son las principales víctimas de esta ola de violencia.

Sinaloa, que ha sido escenario de intensas pugnas entre grupos criminales, acumula más de 600 homicidios desde el mes de septiembre, cuando se desató una disputa interna dentro del Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos. El conflicto ha generado un clima de violencia y temor en la entidad.

El ataque que acabó con la vida de Gael, Alexander y su padre ha conmocionado a la población, lo que ha llevado a miles de personas a salir a las calles en protesta.

En Culiacán, este jueves y domingo, manifestantes exigieron justicia y la renuncia del gobernador Rubén Rocha, a quien se le vincula con el narcotráfico, tras las declaraciones de Zambada, quien aseguró que tenía previsto reunirse con él el día de su captura.

La comunidad, profundamente afectada por el crimen, continúa demandando un cambio urgente en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, especialmente de los más jóvenes, que se ven cada vez más atrapados en la violencia que azota al estado.

Fuente: López-Dóriga