La saxofonista y activista mexicana María Elena Ríos, sobreviviente de un intento de feminicidio ocurrido en 2019, ha lanzado una seria advertencia sobre la falta de protocolos de seguridad en el Hospital Reforma de la ciudad de Oaxaca, donde se encuentra su presunto agresor, el político y empresario Juan Antonio Vera Carrizal.
A través de un mensaje directo a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la artista alertó sobre la posibilidad de que Vera Carrizal, quien se encuentra hospitalizado por problemas de salud, pueda fugarse debido a la escasa vigilancia en el lugar.
María Elena Ríos denunció que, desde su llegada al hospital, ha observado que no existe un operativo adecuado de seguridad por parte de las autoridades locales, lo que permitiría que el exdiputado federal y empresario evade la justicia.
«Ya llevo acá alrededor de tres horas, y ahorita con lo que están saliendo los del hospital es que acaban de operar a Juan Antonio Vera Carrizal, cuando él está aquí desde el día 2 de diciembre del presente año», explicó Ríos. Según la saxofonista, el presunto agresor se encuentra en el hospital a la espera de un momento oportuno para escapar, dado que sabe que no tiene pruebas a su favor y que su condena es inminente.
Vera Carrizal fue detenido en 2020, acusado de ser el responsable de ordenar el ataque con ácido que casi le costó la vida a María Elena.
A pesar de estar encarcelado en el penal de Tanivet, el 14 de abril de 2024 estuvo a punto de ser liberado debido a un fallo favorable de un juez, quien argumentó problemas de salud del acusado. Sin embargo, este auto de libertad fue apelado por un juzgado federal, impidiendo que Vera Carrizal abandonara la prisión.
El Gobierno de Oaxaca, en respuesta a la denuncia de la saxofonista, informó que la excarcelación de Vera Carrizal se debió a problemas de salud y que, una vez se recupere, regresará al centro penitenciario.
No obstante, la falta de seguridad en el hospital y la prolongada estancia de Vera Carrizal allí mantienen encendidas las alertas sobre una posible fuga.
María Elena Ríos, quien ha sido una firme defensora de los derechos de las mujeres y activista contra la violencia de género, también ha impulsado la Ley Ácida en México, que busca garantizar penas más severas para quienes cometan ataques con ácido.
Además, la joven saxofonista ha enfrentado de manera valiente las secuelas físicas y emocionales de su ataque, que le dejó daños graves en más de dos tercios de su cuerpo. A pesar de esto, sigue luchando por la justicia y la protección de las mujeres en México, e incluso ha aspirado a un cargo en el Congreso Federal.
El caso de María Elena Ríos continúa siendo un símbolo de la lucha contra la violencia de género y la impunidad en México, y su denuncia sobre la seguridad en el hospital pone de manifiesto la necesidad urgente de garantizar la integridad de las víctimas y evitar que los agresores logren evadir la justicia.
Fuente: López-Dóriga