Un trágico incidente aéreo ocurrió el miércoles 28 de enero en las cercanías del aeropuerto Ronald Reagan de Washington D.C., cuando un vuelo comercial operado por PSA Airlines colisionó con un helicóptero militar Black Hawk.

El choque, que involucró a un avión con 60 pasajeros y 4 miembros de la tripulación, y un helicóptero con 3 militares a bordo, resultó en la caída de ambas aeronaves al río Potomac.

El vuelo 5342 de American Eagle, una aerolínea regional subsidiaria de American Airlines, se encontraba en proceso de aproximación al aeropuerto de Washington cuando se produjo la colisión.

La torre de control captó momentos previos al accidente en un audio obtenido por CNN, en el que los operadores de tráfico aéreo preguntaban al piloto del helicóptero si había visualizado el avión. Se escuchó que el controlador indicaba: “PAT 2-5, (helicóptero) ¿tiene el CRJ a la vista?”, seguido de instrucciones para que el helicóptero pasara por detrás del avión comercial.

Sin embargo, pocos segundos después, se registraron jadeos y una fuerte exclamación en la torre de control, lo que alertó de la colisión.

El impacto, que ocurrió a las 20:48 hora local, fue confirmado por otros pilotos que estaban en la cercanía, quienes indicaron haber visto bengalas desde el lado opuesto del Potomac.

Inmediatamente después del accidente, las autoridades suspendieron las operaciones en el aeropuerto y comenzaron un operativo de búsqueda y rescate. Las condiciones del rescate se vieron dificultadas por el frío intenso en la zona, lo que complicó las labores de recuperación en las aguas del río.

Aunque las autoridades locales han confirmado víctimas mortales, aún no han podido especificar el número exacto de fallecidos ni si hay supervivientes, ya que las labores de rescate continuaron durante la madrugada del jueves.

El incidente dejó una fuerte impresión en la comunidad aeronáutica, especialmente por las imágenes de la colisión y el difícil proceso de recuperación que se está llevando a cabo.

Este trágico suceso ha dejado en vilo a las familias de las víctimas y a la opinión pública, mientras las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer las causas de la colisión.

Fuente: López-Dóriga