Morelia, Michoacán

El otoño trajo consigo el calor de la música tradicional. En una noche que desafió al frío de noviembre, Las Calderonas prendieron los ánimos en la apertura de la VIII Semana de la Música Tradicional, con un concierto que llenó de sones y zapateados la Sala 322.

Ocho de la noche, comenzó el canto y el son. La agrupación, compuesta por talentosas mujeres dedicadas al son y el huateque, no tardó en convertir el recinto en una fiesta. El público, animado y con cervezas en mano, se dejó llevar por los ritmos de La Huacana, Apatzingán y Zicuirán, en un recorrido musical por la Tierra Caliente de Michoacán.

Esta edición de la Semana de la Música Tradicional tiene un enfoque especial: la mujer y su papel en las músicas tradicionales. Las Calderonas, con su energía y virtuosismo, fueron las embajadoras perfectas. Su presencia deleitó al oído y marcó la pauta de una reflexión profunda sobre la importancia de las mujeres en la construcción y preservación de la tradición musical.

El Encuentro, que se extenderá hasta el 22 de noviembre, Día de Santa Cecilia, patrona de los músicos, promete una agenda diversa. En sedes como el Conservatorio de las Rosas, el Café Galería del Teatro y la Facultad de Historia, se llevarán a cabo análisis, talleres, presentaciones de libros y conciertos que explorarán temáticas como:

La mujer en la música tradicional. Ritualidad y memorias individuales en las músicas tradicionales.

Además de los conciertos, la Semana reúne a especialistas de todo el país para reflexionar sobre el presente y futuro del son y otras tradiciones musicales en torno a la mujer como música y como parte vital de la coexistencia del género. Las actividades enriquecen el conocimiento académico y ofrecen momentos de celebración comunitaria y rescate cultural.

El programa completo está disponible en redes sociales, bajo el nombre: “Semana de la Música Tradicional”.

La magia de Las Calderonas fue un homenaje vibrante y emotivo a la riqueza musical de nuestro país. Entre sones, reflexiones y talleres, Morelia se convierte, una vez más, en el corazón de la música tradicional.