México.- El hallazgo de huesos calcinados en un lugar donde narcotraficantes adiestraban a personas reclutadas presuntamente por la fuerza, ha cimbrado fuerte a México y lo ha puesto en los ojos del mundo por el nivel de atrocidad que representa.

Tras llamadas anónimas, el 5 de marzo las buscadoras iniciaron en el Rancho Izaguirre excavaciones en busca de restos, cuenta Ulises Ruiz, fotógrafo de AFP que acompañó esas labores. 

Abrieron tres hoyos donde descubrieron trozos de huesos incinerados. Para el grupo, esas fosas eran crematorios. En una construcción hallaron varios cuartos con unos 200 pares de zapatos, ropa amontonada, maletas, productos de higiene y libretas con anotaciones sobre armas, apodos, compras y una carta.

El predio ya había sido cateado en septiembre de 2024 tras combates entre militares y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dato que pone en duda a la Fiscalía de Jalisco, pues no reportó ni investigó el hecho y hoy asegura que entonces encontró restos óseos con exposición térmica, pero el colectivo descubrió la semana pasada más huesos enterrados, cientos de zapatos y otros objetos.

SHEINBAUM PROMETE DAR DETALLES

Este viernes La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, prometió que la Fiscalía General de la República (FGR) dará toda la información la próxima semana.

“Sobre el caso Jalisco, la semana que entra se va a dar toda la información, le pedí al fiscal (Alejandro Gertz Manero), y ya que se haga la investigación del deslinde de responsabilidades desde septiembre, cuando se encuentra ahí a personas y se les detiene, hasta la fecha, que entra este colectivo de buscadores», señaló Sheinbaum.

La mandataria aseguró en su conferencia matutina que «ya está haciendo la investigación la Fiscalía» General de la República en un rancho en la localidad de Teuchitlán, donde el grupo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció haber encontrado el sábado pasado un «campo de concentración de reclutamiento» del crimen organizado.

ONU PIDE INVESTIGAR

la Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación por el reciente hallazgo de restos humanos calcinados en un rancho presuntamente utilizado por un cártel de drogas en Jalisco (México) y pidió una investigación exhaustiva de los posibles delitos cometidos en ese lugar.

"Dado el amplio impacto de las desapariciones en México, también instamos al Gobierno a mejorar las medidas preventivas y a garantizar la protección y el apoyo a las familias víctimas de desapariciones en su búsqueda de verdad, justicia y reparación", agregó en un comunicado la portavoz de la oficina Liz Thossell.

El descubrimiento de los restos, junto a cientos de objetos personales tales como zapatos y ropa, “es un recordatorio profundamente perturbador del trauma de las desapariciones vinculadas al crimen organizado en el país”, subrayó la portavoz de la oficina del alto comisionado Volker Türk.

El comunicado indicó que las primeras informaciones apuntan a que el lugar era usado por el cártel «Jalisco Nueva Generación» para entrenar a jóvenes que eran reclutados forzosamente mediante ofertas falsas de empleo.

“Eran sometidos a tratos brutales y aquellos que mostraban resistencia o no cumplían con los requisitos del cártel eran asesinados, lo que concuerda con la presencia de fragmentos óseos y restos humanos carbonizados en el lugar», señaló la nota oficial”.