La gigante empresa automotriz anunció medidas en plantas de México y Canadá tras el anuncio de aranceles por parte de la Administración de Trump.

Stellantis, dueña de las marcas automotrices Chrysler, Jeep y Ram, anunció que suspenderá temporalmente su producción en las fábricas de México y Canadá trás los aranceles anunciados por el gobierno de Estados Unidos, los cuáles afectan a vehículos fabricados en el extranjero.

La empresa automotriz informó que, a consecuencia de dichos aranceles, tiene que parar inmediatamente la producción en la planta canadiense Windsor, medida que se ampliará a otros centros de trabajo en Canadá y México. La suspensión entrará en vigor a partir del 7 de abril, y va a tener una duración de 2 semanas.

“Acciones inmediatas tienen que ser adoptadas, incluido la pausa temporal de la producción en algunas de nuestras plantas de montaje canadienses y mexicanas, lo que impactará a varias de nuestras instalaciones de ejes motor y estampado en EE.UU.”, señaló Stellantis en un comunicado.

Como resultado de la suspensión, el cierre afectará a unos 4 mil 500 empleados, según informó el fabricante de automóviles al sindicato Unifor, que representa a los trabajadores de la planta. Igualmente, cerca de 900 empleados tendrán un expediente de regulación temporal de empleo en varios centros de trabajo en Estados Unidos.

“Con los nuevos aranceles del sector automotriz ya en vigor, será necesaria nuestra resiliencia y disciplina colectivas para sortear este momento difícil”, expresó la empresa en un memorando.

Mientras tanto, un portavoz de la compañía informó a CNBC que los trabajadores de la planta de México seguirán reportándose a las instalaciones, pero no podrán producir vehículos debido a sus términos contractuales.

A pesar de que México y Canadá evitaron los aranceles generales anunciados ayer por el presidente Trump, van a entrar en vigor los aranceles hacia las empresas automotrices fuera de Estados Unidos a partir de este jueves 3 de abril, de las cuales tendrán el 25 por ciento en sus importaciones.

Se espera que los gravámenes alteren las cadenas de suministro y añaden miles de dólares en costes a la mayoría de los modelos de vehículos.

Fuente: López Dóriga