Dicen las malas lenguas que el presidente municipal de Uruapan Carlos Manzo no ha llegado a la mitad de su mandato y ya se confrontó con varios sectores de la sociedad, a consecuencia de su fallida estrategia de seguridad.

Con el trágico acontecimiento de este fin de semana, donde un reconocido abogado fue asesinado a balazos, se suman ahora los juristas del municipio a quienes reclaman por todo lo que se está viviendo.

Dos trágicos acontecimientos se han sumado a la ya larga lista de acontecimientos violentos.

Hace unas semanas el Consejo Empresarial de Uruapan exigió que se esclarezca la muerte del estudiante Luis Alberto D.V., de nacionalidad estadounidense, quien fue secuestrado al llegar a su escuela y más tarde perdió la vida en medio de un fuego cruzado, generado por el enfrentamiento entre sus plagiarios y elementos de las fuerzas federales y estatales que pretendían rescatarlo.

A través de un comunicado dirigido al presidente municipal, el organismo que aglutina a representantes de cámaras empresariales y de la Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate, expresaron su sentir manifestando su “profunda indignación y pesar ante los lamentables sucesos” ocurridos el 19 de febrero, día en que además del deceso del adolescente de 16 años, también fueron localizados los cuerpos decapitados de una pareja y el cadáver de un hombre, en diferentes puntos del municipio.

Este fin de semana de nuevo fue crítico para los ciudadanos del lugar cuando un reconocido abogado fue asesinado de forma artera.
La tarde del sábado fue asesinado el abogado Isidro R., quien gozaba del reconocimiento de los uruapenses.

El trágico homicidio ocurrió en el cruce de las calles Plan de Iguala y Agricultura de la colonia Tierra y Libertad, en las inmediaciones de la Secundaria Técnica 102 de Uruapan, cuando la víctima transitaba a bordo de una camioneta.

El cuerpo del abogado quedó sin vida en el asiento del conductor, tras recibir al menos seis impactos de proyectil de arma de fuego; las autoridades descartaron el robo como motivo del homicidio.

Con estos acontecimientos varios sectores de la sociedad de Uruapan perdieron ya la confianza en su autoridad y ya hasta cuestionan si todos aquellos que no apoyaron a Carlos Manso en su campaña son los que están siendo agredidos por los grupos delincuenciales que operan en el lugar.

A Carlos Manzo le quedan dos años de gobierno y con las mediciones de inseguridad del país, donde se ubica Uruapan como una de las cinco ciudades más peligrosas para vivir, el panorama es incierto para los habitantes de lo que antes era uno de los municipios más seguros y productivos del país.

Ni modo, a Carlos Manzo ya lo mordió la viborita feliz.