Fue condición sin equa non volverse pluma para la directora, productora y guionista Kenya Márquez. Pluma de vuelo y de las otras, de esas chiquitas que parecen de polluelo y proporcionan una especie de aislamiento térmico

Rita Gironès

Fue condición sin equa non volverse pluma para la directora, productora y guionista Kenya Márquez. Pluma de vuelo y de las otras, de esas chiquitas que parecen de polluelo y proporcionan una especie de aislamiento térmico. Se trata de volverse fuerte, pero a la vez, suave y flexible en medio de la vorágine artística. Y se percibe en la facilidad de cubrir la entrevista con una sensibilidad apabullante. Su formación periodística le otorga el sesgo de una mirada más cercana de las cosas, y también más expuesta, sobretodo de ella misma. Los cineastas no filman sino sus vértices. Asegura que se siente absurda haciendo según qué cosas en esta etapa de su vida, confiesa que prefiere trabajar en función de “historias más profundas” que, por fortuna, terminarán por romper las verdades más absolutas. Un golpe al ego de nuestros tiempos. El trabajo de filmar los temas insignificantes que tanto nos pesan; la faena de reescribir el principio heroico de cualquier historia; la práctica de un método cinematográfico sin el sablazo de la ambición. “Que me hacen feliz cosas tan pequeñas”, dice. Y nos deja pensando por el resto del día....

¿Qué querías ser de niña?

Quería ser carnicera o teibolera, ¡hazme el favor!! (Risas) Te cuento: yo veía mucho con mi abuela a esas bailarinas como Olga Breeskin, ese tipo de vedettes finas. Yo las veía y eran mujeres tan guapas y con cuerpos tan bellos, y veía que se vestían con plumas y bailaban, tocaban el violín… y yo quería eso, ¡quería ser teibolera y bailar así! De niñita me subía a la mesa, (¡nunca me habían preguntado eso!) y una prima de mi edad me ponía luces con linternas y yo bailaba en chones y plumas (Risas). Y también me encantaba ver al carnicero cómo partía la carne cuando acompañaba a mi abuela. Al llegar a casa le decía a mi mamá: ¡Yo quiero ser carnicera o teibolera!

¿Qué quieres ser ahora?

Hoy quisiera estar en un monasterio y ser budista. Estoy trabajando mucho el silencio, el estar, el disfrutar la vida, el sol, el aislarme. No puedo hacerlo completamente porque soy una mamá responsable y debo estar en el mundo real, pero hoy quisiera hacer eso.

Principal rasgo de tu carácter.

Qué difícil, no quisiera parecer soberbia, pero creo que soy una persona sensible y responsable. Qué bonitas preguntas…

¿De qué sirve el cine en un mundo tan caótico como el de hoy?

Sirve muchísimo y lo creo firmemente. Desde mis primeros trabajos, me siento con una responsabilidad social de contar historias que tengan un peso en la realidad, sobretodo la que vivo en mi país. Historias que yo pueda denunciar, historias de personajes que sufren y que tienen que enfrentar situaciones que no me gustan en absoluto que sucedan y que no puedo evitar. Para mí eso es lo más gratificante. Yo fui periodista muchos años de mi vida, casi 12, y tengo esa vena del periodismo y de denuncia. Durante muchos años cubrí notas generales, nota roja y eso me ha dado una gran capacidad de observación, de sensibilidad y de responsabilidad sobre aquello que cuento.

¿Crees que el arte debería tener una función política además de poética?

Sí, para mí el arte debería incluir una función política. Vengo del periodismo y en mi trabajo existe un componente de denuncia, precisamente por plantear realidades que no queremos ver. A veces, yo intento hacerlo con humor negro para que se diluya, pero sí siento una gran responsabilidad. A estas alturas, ya me costaría mucho contar historias desde otro lugar. Mira, yo no sé si hago arte o no, pero eso es lo que menos me importa. Ya no me interesa si voy o no a un festival, estoy en otro momento de mi vida donde otras cosas me hacen feliz, afortunadamente. Ahora lo que me gusta es crear emociones y cuando veo que alguien ríe, llora o se conmueve con mi trabajo, para mí eso es lo más importante. Si hago la obra maestra o no, ya no me importa.

¿Qué valor le das a las palabras y al silencio?

Siento que van juntos, ambas cosas crean una fuerza esencial para poder comunicarnos. El silencio nos permite escuchar al otro y escucharnos a nosotros mismos y las palabras de igual manera. Ahora estoy en un momento de mi vida donde estoy aprendiendo a escuchar al otro. El silencio me lleva a detener mi fuerza (para bien y para mal) y conocerme... Ahora aprendo a partir del silencio.

¿Qué cine te gusta ver en tus ratos libres?

Depende del momento. Veo de todo y me gustan las buenas películas, pero estoy en un momento de mínima aspiración, en el buen sentido de la palabra. Me siento feliz de ver lo que me llena, lo que me trasmite algo profundo y logra conmoverme. Busco aquello que me emociona, incluso aquello que me puede confrontar. La animación me gusta mucho, es un mundo que me encantaría abordar más porque sólo lo he hecho con un cortito. Y el documental. También estoy recapitulando mucho lo de ver teatro. Me aparté por un tiempo y estoy regresando a disfrutar el teatro en vivo.

¿Tienes un amor platónico?

¡Sí, lo tengo!

¿Qué cualidades admiras más en las personas?

La honestidad.

¿Qué detestas más en la gente?

La mentira. La capacidad que tiene el ser humano de usar a las personas sin pudor. La discriminación. Que te usen y te discriminen siento que es lo más deleznable del ser humano.

¿Qué harías si fueras millonaria?

Lo destinaría a construir un centro para las adicciones de los jóvenes y también apoyaría el trabajo en los penales, creo profundamente en la rehabilitación social. Y después, me iría a ver una aurora boreal con mis hijas. Y trataría de poner en pie (sin la preocupación económica que conlleva) mi siguiente película que habla de abuso a menores y ya la estoy escribiendo…

¿De qué te sientes orgullosa?

Me siento orgullosa de ser madre. Me siento orgullosa de ser un buen ser humano y trabajar todos los días en mi honestidad. Me siento orgullosa de tener la sensibilidad de mirar al otro y ver su dolor. Me siento orgullosa de ya no pensar en mí solamente, sino de pensar en el otro. Y a la vez, me siento orgullosa de valorarme. Y me siento orgullosa de amar profundamente a mi familia, sea lo que sea, y de respetarla. Me siento orgullosa de ser una mujer digna. 

¿Te arrepientes de algo?

No, de nada… porque siento que todo lo que he hecho en mi vida me ha llevado al lugar donde estoy ahora. Quizás en las cosas que me he equivocado, en las decisiones o las formas en que me han lastimado y he podido lastimar a otros, eso sí. Pero todo abona para el momento en que estoy ahora, y me siento plena y en paz.

¿Qué es para ti la Cultura, Kenya?

Para mí la Cultura abarca la humanidad entera, pero también las cosas más simples: ver el amanecer, la sonrisa de alguien, sentir el aire, gozar con el arte. A mí me gusta mucho correr, hace poco salí a la montaña y entré por un camino donde había un mar de flores de todos los colores, ¡eso me hizo sentir felicidad! Para mí la Cultura, el Arte en sí mismo, es poder trasmitir eso mediante las palabras, una película, una pintura o una imagen. Tener la capacidad de observar el mundo, traducirlo y aventurarse a compartirlo a los demás.

Rita Gironès, escritora, docente y artista escénica. Catalana y mexicana. Lleva 20 años residiendo en Michoacán trabajando activamente por la cultura. Apasionada de las Humanidades, obtiene el Premio Nacional de Dramaturgia en México, 2022.

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